Marcas De Ropa Que No Explotan A Sus Trabajadores

«Hay una monitorización, pero no somos policías, sino el fin es progresar los procesos», revelan. En Inditex admiten que frecuentemente se han encontrado «sustos» al comprobar que alguno de sus distribuidores se encontraba, por servirnos de un ejemplo, subcontratando trabajadores y el grupo no tenía conocimiento de ello, pero estos fallos «se han remediado». Protestas salariales, trabajadores que se desmayan o complicados procesos para anotarse en sindicatos enseñaron la necesidad de profundizar en la situación laboral camboyana, que ha resultado ser un foco de explotación. La culpa mas grande la tienen los consumidores, todos entendemos de la explotación en Asia y otros sitios; pero escogemos comprar barato por egoismo a cuenta de la explotación de niños que abonar costes mas altos para resguardar a los trabajadores, muy de la España de en la actualidad. En los últimos tiempos cambió la manera donde se hacen estas visitas.

Un bolso, por servirnos de un ejemplo, puede tener mucho más de una docena de distribuidores, que son los que se han encargado de hacer el forro, trabajar la piel, elaborar las cremalleras, los bordados o las hebillas. «Todas esas piezas las ensamblas en una factoría, pero fueron preparadas en sitios distintas a cientos y cientos de kilómetros». Este tipo de prácticas tienen su origen en un cambio en la tendencia de consumo. A lo largo de la última década, los cambios en los hábitos de los usuarios están ocasionando un cambio en la forma donde las compañías se dirigen a ellos.

¿De Qué Forma Obtener Ropa Que No Sea De Explotación Infantil?

«Como empresa en todo el mundo hemos trabajado durante años para garantizar que nuestros artículos se hacen acatando los derechos de los trabajadores», declaran. Luego hay «otra moda», la de básicos, que sí se factura en los países mucho más alejados y representa el 40% de las prendas que hay en las tiendas. «En función de la calidad del tejido se escoge donde se efectúa», ilustran en la cadena. La enlazada a la temporada se produce cerca por fundamentos de agilidad, por el hecho de que el envío debe hacerse rápido», explican en el ámbito.

Descubrieron que los usados con los que se entrevistaron trabajaban tres turnos por día, con frecuencia con solo un día de asueto por mes. Por eso «es importante que cada marca defina sus límites, afirme cuáles son sus valores. Completamente nadie se pregunta por qué razón el valor de unos vaqueros no ha subido en 2 décadas.

Comentan que hacen controles y tiene un Programa de Auditoría Completa, que vela a fin de que en estos sitios se respeten los derechos laborales. La ropa de Inditex se fabrica en España, Marruecos, Portugal, Turquía, India, Bangladesh, Vietnam, Camboya, Argentina y Brasil. En estos países el conjunto tiene distribuidores que le proveen tejidos o prendas. Según explican en la compañía, el 60% de la ropa de Zara, sobre todo los nuevos diseños, se hace en las «zonas de proximidad», en las factorías propias en España, en Portugal y Marruecos. La mayoría de trabajadoras de la industria textil son mujeres jóvenes que proceden de áreas despobladas y no tienen estudios, lo que las deja con muy pocas alternativas laborales. Esta situación las hace todavía más vulnerables a la explotación laboral, en tanto que ignoran sus derechos y están dispuestas a abandonar ellos por ganar un poco de dinero.

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Asimismo, a los efectos establecidos en el producto 33.1 de Ley de Propiedad Intelectual, la compañía hace constar la correspondiente reserva de derechos, por sí y a través de sus articulistas o autores. También decirte que al hacer boicot estas hundiendo compañías que verdaderamente abonan bien a sus trabajadores y solo salen mas económicos por el hecho de que su moneda es inferior con el euro. Esta dispersión es la que hace difícil la vigilancia», comentan estas fuentes. «Hay tres cuestiones clave que te pueden ofrecer un concepto de si una marca lo hace bien o mal.

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Lo empecé a llevar a cabo en el momento en que tuve mi primer trabajo y vi lo que era la precariedad laboral. Esta situación las hace todavía más vulnerables a la explotación laboral, ya que desconocen sus derechos y están dispuestas a dejar ellos por ganar algo de dinero. Las deficiencias en lo que se refiere a la compromiso en la composición de el día de hoy de las cadenas de suministro de ropa en el mundo entero ha excluido la opción de la agencia de los trabajadores y sus sindicatos para exigir responsabilidades a las fabricantes. AFWA desea establecer nuevamente esta agencia, conseguir que los sindicatos entren en contacto directo con las desarrolladores, y reclamar la responsabilidad en el campo jurisdiccional de sus países. Proposiciones como esta nos hacen ver que la población empieza a concienciarse con la explotación infantil, y de ahí que es tan esencial que todos lo hagamos.

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Antes cada marca hacía sus propias auditorías, pero en este momento se cruzan los datos. «Si 2 firmas tienen el mismo distribuidor se hace un sólo examen que les sirve a las dos», cuentan estas fuentes. ¿De qué forma controlar entonces lo que sucede en las factorías que están a una cantidad enorme de km de distancia unas de otras?

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Hay casos de explotación, pero «ocurre mucho más con las fabricantes pequeñas que fabrican low cost, las que no tienen nada que perder si se destapan irregularidades», dicen. A lo largo de este período aumentaron las amenazas y la intimidación para forzar el ritmo de producción y las mujeres se vieron mucho más expuestas a casos de crueldad física y sexual. Aunque hay mecanismos para presentar quejas y denunciar los abusos en las factorías, muy escasas trabajadoras apelan a ellos por miedo a perder su única fuente de capital. El “Accord Tracker” señala a gigantes compañías como ZARA, H&M, Primark y Lidl por no usar su enorme poder para garantizar que se mantengan los adelantos en la seguridad de las factorías de sus cadenas de suministro.

El Mundo

Otras fuentes coinciden en que «no se puede juzgar a la gente de otros países con nuestra moral. La reivindicación laboral llega cuando tienes las pretensiones básicas cubiertas». «Hay una monitorización, pero no somos policías, sino que el objetivo es progresar los procesos», revelan. En Inditex admiten que muchas veces se han encontrado «sustos» al comprobar que alguno de sus proveedores estaba, por servirnos de un ejemplo, subcontratando trabajadores y el conjunto no tenía conocimiento de ello, pero estos fallos «se han subsanado».

Deseamos aproximarnos a las mil y una realidades de este mundo y contarlas desde la realidad, el análisis y el estilo directo. Hace tres años cogí esta batalla como una de mis pequeñas luchas personales y desde ese momento no compro en países que fabriquen en Asia y, si puedo, intento beneficiar a las tiendas de vecindario. De ahí que, en ocasiones, cuando la multitud me pregunta de qué manera lo haces o dónde vas para obtener ropa no esclava, me cuesta contestar. Esto ordena a las compañías a producir de forma masiva y con materiales de peor calidad.

Tres Turnos Diarios Y Un Solo Día De Asueto Por Mes

Según los especialistas consultados, realizar una auditoría de unos cuantos días con personal local en una fábrica en alguno de estos países cuesta entre 700 y 1.200 euros. «Si debes controlar miles de factorías, echa la cuenta», dice entre los expertos. Citan, por poner un ejemplo, un caso específico en el que la empresa dueña de Zara se halló con un problema en una instalación en un país asiático y también «logró que sus trabajadores recibiesen exactamente la misma indemnización que si fuesen españoles».

Bajo le lema #yodecido, esta marca te da la oportunidad de tomar la iniciativa y comenzar a consumir otro tipo de prendas fabricadas de una forma mucho más justa. Primero, muchas personas considera que no hay mucho más opciones y por tanto hace oídos suecos a todo cuanto ocurre. Y segundo, otros no tienen más antídoto que recurrir a estas prendas asequibles, en la medida en que no tienen los elementos económicos suficientes para conseguir mejores desarrolladores que aseguren que sus prendas están libre de mano de obra infantil. Ocho años tras el desastre de Rana Plaza, las compañías de moda mucho más fundamentales de todo el mundo aún no se pusieron en concordancia para renovar un acuerdo de seguridad a largo plazo en Bangladesh. No obstante, a pesar de todo lo bueno que puede poder el acuerdo, compañías como Zara y H&M se mantienen extraño gracias a sus responsabilidades directas. Su propósito es ofrecer modelos que sean capaces de atraer cada vez a cada vez más gente a vestir moda sostenible y efectuar de esta, una opción alternativa real de consumo.

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